jueves, 14 de febrero de 2013

Leyendas de pasión (Edward Zwick, 1994)




“Para siempre fue demasiado tiempo”


     Bebo innecesariamente de unas gotas que resbalan sobre los poros de mi rostro, recogiendo con esfuerzo las ideas de unas palabras que han estado en barbecho para protegerme de la sed de escribir. El campo pega y las labores de labriego despegan todos los días a la misma hora convirtiendo de eso, mi rutina preferida. Mientras tanto, el rostro desconocido del amor se aplica laboriosamente en construir una ilusión, una gran fábula elocuente  que nace del misterio de dos personas pletóricas de pasión que se convierten necesariamente en leyenda.
     Dificultoso es buscar las cosquillas a esta película, no hablo de criticar un film donde el drama es la pena capital con honores del amor, sino de buscar anecdotarios pestañeos  de historietas interesantes dignas de este blog.

     Los grandes actores que protagonizan este dramático romance en plena guerra se hicieron pronto con un gran hueco en nuestra alma, sacándonos en poco tiempo las fuerzas de seguir luchando y perseguir lo que parece imposible en esa época, alcanzar nuestro sueño y todo eso en lo que amamos. Como dato curioso puedo decir que Julia Ormond, la mujer en la que se centra el film, interpretó en “Leyendas de pasión” un gran papel siendo su rol el de esposa de uno de los hermanos que más tarde seria amante de Brad Pitt, más o menos de la misma edad, y que en otra película en la que trabajaron juntos, “El curioso caso de Benjamin Button”, ella interpreta a su hija. Son momentos inexplicables del cine, casos curiosos de Hollywood que si indagas entre sus mares no puedes evitar que la boca se te abra de asombro, pero no os olvidéis de cerrar la boca, a veces os podéis atragantar con tanta marea anecdotaria.

    La leyenda de una película es 
convertida en legendaria muchas 
veces cuando oyes su B.S.O. y te dejas transportar por los mundos de James Horner, creador de Bandas Sonoras tan épicas que estuvo numerosas veces nominado al Oscar por “Aliens. El regreso”, “Braveheart”, “Apollo 13”, “Troya” y “Avatar”, finalmente consiguió su ansiada recompensa en forma de estatuilla Oscar a la mejor Banda Sonora y mejor canción con “Titanic”.

     El título elegido para este film en su versión americana fue “Legend of the fall” y quiere hacer referencia de una manera muy americana, de una manera muy bíblica a la caída del hombre y  su resurgir, de esta manera entendemos su titulo como “Leyendas de la caída”. En los países asiáticos y curiosamente también en Suecia se interpreta <the fall> como <el otoño> a lo que se puede entender de una manera natural, muy romántica y en sincronía con la naturaleza como “Leyendas de otoño”. Pero creo que ningún país, continente o planeta puede ganar al español como romántico, nosotros, desde la humilde y morena piel de toro somos hijos de la rosa en la boca y la llamamos “Leyendas de pasión” en una única referencia de recobrar la pasión de dos personas para convertirla en leyenda.

     Muchas veces, en la vida de un hombre se pierden las batallas más fáciles, las que no suponen un verdadero esfuerzo personal pero que por la sonrisa pícara del peor de los pecados las perdemos, otras veces no luchamos y las ganamos. Que difícil es vivir cuando el amor gobierna con sus largas y oscuras manos el corazón blando enamorado de una persona.

¡Feliz San Valentín!