jueves, 5 de abril de 2012

Se7en (David Fincher, 1995)



"Ahora puedo decirte que tome la opción correcta, sin embargo no hay un día que pase sin arrepentirme de no haber tomado otra opción"




Un cartel de calidad que
muestra calidez.
No hay más ciego que el que no quiere ver, ni más pecador que el que confiesa que no ha pecado nunca, como tampoco más arduas batallas de benevolencia barata en tiempos duros donde el pecado y las buenas acciones compiten al mismo tiempo en gobernar nuestras emociones.


Son siete tormentosos pecados lo que muestro enlazados con otras siete anecdotarias curiosidades, las cuales se muestran hacia una senda pecaminosa buscando así la perfección absoluta, indagando en cada uno puedes ver que para ello hay que pisar por cada uno de ellos para aspirar a gobernar tu buen trono. Como en el film, aprender de cada uno de ellos, oscuros y diluvianos, y cámbialo por un final de tu sobrado esfuerzo, claro y soleado.

I.GULA: El número del empacho y la glotonería que puede desear tan buena suerte es muchas veces el número del pecado. El número siete sale reflejado muchas veces en la película. Está tan presente que te empacha y es imposible evitar ese pecado. En una de las escenas al principio de la película, hace caminar a los actores por unos portales donde todos empiezan por el número 7. Primero el 753, luego el 748, para más tarde,  pasear entre757  y deslumbrar así el asimilo de tu empacho.

II.AVARICIA: la avaricia no solo se muestra con posesiones externas y materiales,  sino también con no dejar mostrar tus emociones internas, no compartir sentimientos como el amor, el cariño, el callarte las cosas y no mostrarte a los demás,  puede ser un signo de avaricia;  y algo parecido le pasa a esta película pecadora, jamás se nombra la ciudad en la que se desarrolla la película, es un misterio tacaño por parte del director que se inventa una urbe y a la que no bautiza, pero que en realidad está rodada entre San Francisco y Philadelfia. Misterio avaricioso del que me rindo a sus pies.
Aun abriéndose paso entre la oscuridad, la
luz se muestra igual de oscura.

III.PEREZA: Todos nos movemos y caminamos pero por eso mismo no recurriremos al malgasto de energía si no encontramos beneficio alguno, pero la energía que muestra Se7en es de una melancolía abrumadora, oscura y sentimental que fue creada mediante una técnica llamada Bleach Bypass, a través de la cual la cantidad de brillo se reduce dependiendo de la oscuridad, a más incremento de oscuridad se adquiere más tono pero menos brillo. Los horrendos crímenes nunca se muestran de forma directa y así elimina la perezosa sorpresa que hace saltar al espectador de sus butacas: el espectador se ve limitado, como los desolados protagonistas al seguir el rastro de un psicópata que hace de sus crímenes,  su “obra”.

IV.LUJURIA: A lo largo de la historia fuimos pecadores en ese aspecto y lo seguiremos siendo toda la eternidad, por que nos ayuda a probar un deseo sexual en un deseo transformado lujurioso. Lujuria vivida dentro de la película y también fuera, puesto que después de la película se dio a conocer el romance de Brad Pitt y Gwyneth Paltrow, la cual a la actriz le sirvió para entrar en el estrellato de Hollywood y no por su liviano gran papel en la película y de vital importancia. Tal transformación lasciva le bastó a Brad Pitt para cambiar el final de la película,  ya que el original no fue el que todos conocemos.

V.SOBERBIA: De aquí nacen los otros 6, es el original, la fuente de todos ellos, la sobrevaloración personal para el resto y este es un caso de estima exagerada por parte del actor Kevin Spacey,  quien fue detenido una vez por agentes de tráfico por conducir con exceso de velocidad y cuando los agentes recordaron su cara en el papel de villano en la película, ante el miedo que les produjo tal cinta, lo dejaron libre. Su reconocimiento personal y soberbio por interpretar al psicópata de Se7en le sirvió para librarse de una noche entre rejas o de pagar una buena multa. Ante tal altivo arrebato, ser portador de tal pecado te libra de pagar la cara oscura de la moneda,  pero te condena por siempre.

Spacey con las yemas de los dedos arrancadas.
VI.ENVIDIA: Los pecados son una escalera y cada uno con su propio escalón, si subes el primer escalón que es la avaricia, tropiezas irremediablemente en la envidia. Se7en marcó un antes y un después en las películas de psicópatas con su argumento y su guión y sobre todo por su final. Muchos directores sintieron algo en su interior que les hizo corroerse de envidia y a través del exitazo mundial del estreno, otras películas con psicópatas salieron a rodaje con un final “inteligente”, pero ninguna, jamás pudieron hacerle sombra a Se7en, por que Se7en es el único que gobierna en ese escalón, ese escalón perdido que nos obliga a nosotros a doblar las rodillas.

VII.IRA: El ritmo cardíaco se te acelera y la adrenalina te sobrecondiciona la expresión de la misma furia y te irrita dejando paso al último pecado capital, la ira. Algunas escenas que entrañan un cierto peligro las vemos como con cierto punto atractivo, aun así, Brad Pitt no pudo evitar romperse el brazo en una caída tras una escena de tensión insuperable, así que claro, muchas veces la realidad supera en mil veces a la ficción y tuvo que llevar una escayola toda la película. La ira y la tensión por mucho que la puedas controlar y tapar, saldrá por el lado contrario y en el mismo acto intentas tapar ese nuevo hueco, dejando al descubierto el otro hueco abierto para que fluya toda tu ira.

Así, levantado y ultimando la sequedad de mi chapuzón por los 7 mares del pecado, sonrío pleno en mi interior y escapo del manto oscuro que intenta ocultar mi inspiración, me incorporo en cada derrota por que domino esa maldición, saboreo tal yacer y no oigo más que mi respiración por que no necesito más para el control de mi emoción, esa  a la que tienta tanto viaje diabólico. 
Ese mismo viaje que cruzo sin pensármelo demasiado, sin perder el tiempo en batallas ya perdidas que sacan lo peor de mi, eso a lo que nosotros llamamos pecado no es más que una lección desesperada con la que esperamos salir airosos, una prueba de fuego que hace mella en nuestra personalidad. Cruzas un pecado que irremediablemente te lleva al siguiente y que por lo cual no dejas de vivir hasta que has pisado la línea del siguiente sin darte cuenta, y ahí está el aprendizaje. No cometas los mismos errores, no busques nada cuando ni siquiera tú te has encontrado, no ames sin tener un sentido de lo que es esa palabra, no abras un sueño cuando pueda haber corrientes que puedan cerrarlo y no escribas nunca  un final cuando no has empezado a escribirlo.

Admira, sueña, disfruta, siente, gana, perdona, agranda, besa, ríe, demuestra, peca…...y aprende.


Por y para Diana.



2 comentarios:

  1. Al igual que la película, gran final!! me ha encantado!! y no sólo porque sea mi peli favorita... y el por y para Diana lo mejor de lo mejor!! jejeje
    Besos!!

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  2. Se7en muestra el bien y el mal,la claridad y la oscuridad pero con un trágico final.
    Muchas veces se hacen cosas sin saber muy bien lo que se hace, hasta que se peca de tonto y aprendemos, por que quizás por muchas derrotas que sufras siempre habrá fuerzas para una victoria.Es la peculiaridad del pecado.
    Muchas gracias por la respuesta, gracias de corazón.

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