viernes, 17 de febrero de 2012

La chaqueta metálica (Stanley Kubrick, 1987)




“Eres tan feo que podrías estar en un museo de arte moderno”

La chaqueta metálica.
La mejor película bélica
para muchos.
Tengo los ojos cegados, llenos de tierra y aún así tengo que hacer lo que sea para agudizar mi vista y trasladar mi visión a una pequeña mirilla. Apuntar al enemigo, cosa que veo muy difícil pero es mi obligación, mi deber.  En esta trinchera solo hay recuerdos de las vidas esfumadas que se van tan rápido como rápido oigo los zumbidos de las sangrantes bombas que caen a mi alrededor  y que parapetado en ella me protejo de fuego enemigo y me protejo, a su vez, de mis amenazas internas que son incapaces de salir con la facilidad del gatillazo de mi arma o el lanzamiento de una granada. Son dañinas y no existe escudo posible de salvaguardar mi alma, un alma sucia y aberrante capaz de quitar vidas protegiendo la mía propia con proyectiles reforzados con envoltura metálica. La chaqueta metálica de mis balas es la chaqueta que mi cuerpo necesita. El salvoconducto de mi seguridad ante la imposibilidad de abrir mis ojos. La chaqueta de mi vida.

Es un puro bombardeo la película de Kubrick, calificada por muchos cómo la mejor película bélica de la historia, y no es para menos, es un claro ejemplo de que una película no tiene que ser sanguinaria para ser fuerte y visceral, el poder del guión hace de “La chaqueta metálica” una película dura y que nos toca en el nervio optimo de la sensibilidad.

Fué condenada por misógina, aunque es un termino muy duro para calificarla, por que principalmente los pocos papeles femeninos que hay en la película son prostitutas y al final una francotiradora que da mas de un quebradero de cabeza a los protagonistas y que finalmente muere ametrallada de una forma dura y brutal y también por que las alusiones al sexo femenino son obscenos y llenos de bufonadas hacia las mujeres pero, a palabras del propio director, no es más que una muestra de que los hombres se destruyen así mismos al negar su feminidad y que si no tuviéramos a estas bellas damas en nuestras vidas intentando protegernos con su chaqueta metálica acabaríamos como cualquier cuerpo abatido a tiros con munición de odio e intolerancia. No se ríe de la mujer, se ríe del hombre y de su incompetencia.

Ermey, Ex-marine antes, ex-actor ahora
El actor que interpreta al instructor jefe, Lee Ermey en el cuál vemos en el video de arriba, fue ex-marine y sus conocimiento militares le bastaron mas que de sobra para su genial interpretación. Dominaba las técnicas de adiestramiento de reclutas al dedillo y la idea de no juntarse con el resto del reparto fue suya para no crear ningún vínculo afectivo y simplemente se conocieron en los sets de rodaje. Los actores que interpretaban a los reclutas se ponían nerviosos con sus gritos y chillidos,  a veces hasta olvidaban sus frases del guion y no sabían que decir. El excelente papel que hace el ex-marine les ponía nerviosos, pero claro, es que fue un autentico marine que ahora esta dándonos gritos y ordenes  escupiendo las palabras  “joder” y “me cago en la santísima puta” en nuestras caras y donde nos dice que todos somos igual de insignificantes en este puto mundo, para no estar aunque sea un poquito nervioso. El asombro y temor reflejados en las caras de los actores reclutas es totalmente realidad y el propio Lee Ermey declaró años después del estreno de la película que alguna vez coincide en Hollywood con algunos de los actores del rodaje pero que ninguno le ha vuelto a dirigir la palabra. Como para tal!! Y aún así Kubrick es mágico, es un autentico misil unidireccional con un único enemigo, tu mismo, tu eres su primera victima.

Fotograma en el que se pueden ven los
desastres de la guerra.
Para llenar de verdadero realismo y abundante fidelidad con la verosímil vida, Kubrick propuso que los efectos de los disparos impactando sobre el cuerpo de los soldados fuesen de lo más real que se pudiese ver en el cine. Contrato a militares y a médicos forenses para estudiar los proyectiles y su penetración en el cuerpo, y bueno, a la vista esta, el realismo es de lo mas autentico en una película bélica jamás hecha. También tenían que hacer lo necesario para que el entorno fuese lo mas asiático y Vietnamita posible y pensando de que la película es británica lo que no es británico son las palmeras, que trasladaron de España a Reino Unido para darle el toque tropical que la ciudad de las nubes oscuras necesitaba. Se importaron cientos de palmeras Españolas a los estudios de Londres para recrear la flora asiática. Así que en cierto modo tenemos una aportación floral de nuestro país en una de las obras maestras de Kubrick.

Una obra que, como hizo en 2001. Una odisea en el espacio, nos muestra una clara reflexión de la condición humana, esta vez llevado al extremo a través de una delgada línea por la sensible cordura humana en una guerra del que no salen ni vencedores ni vencidos, solo los pensamientos de una pena para el ser humano y que es capaz de mostrar el odio y la perversión humana  por las mas profundas y oscuras calles de la guerra. Los momentos de entrenamiento de trinchera y barracón a los que son sometidos en los dos bandos que se enfrentan no son más que momentos  inexistentes de color y de belleza pero llenos de dolor e impotencia al no pensar los resultados que puede hacer en el interior del ser humano. Una destrucción que solo se siente en el alma, en las entrañas de tu cuerpo, en tu corazón y a la que no te han sabido entrenar. Porque siempre has sido, eres y serás el instructor jefe, recluta y soldado de tu vida.

-“Poco a poco acabara contigo como acabaste tu con ellos”. (Sin poder apuntar a una mirilla que tiene unos limites extraordinarios me pregunto porque habré estado ciego tanto tiempo)”

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