viernes, 3 de febrero de 2012

La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968)




“Soñé que alguien estaba seduciéndome... no sé, alguien inhumano”

Titulado vilmente como
La semilla de Diablo
Ahogando malas caras que a veces proceso y la falta de tiempo que tengo a veces conmigo mismo, el diablo me hace mella y me saquea el corazón, y como sí de un bloque de blanda y tierna mantequilla se tratase me araña con sus largas y afiladas uñas, haciéndome la marca por la que estaré a su servicio el resto del tiempo que dure mi alma en coger una bocanada de mal aliento y expulsarlo de mi gran boca abierta soltando un infecto humo negro lleno de insectos, ratas y moscas, liberando así la gran peste interior de la que se alimenta el señor oscuro, demostrando la gran limpieza interior que me rodea y saboreando el grato palpamiento de encontrar la liberación. Pero eso si, marcado de por vida por el diablo. Colocando en mi interior La semilla del Diablo.

Rosemary observa una
marca que llevara siempre
consigo.
Y tal marca a manos del diablo hizo de esta película una de las mas populares consiguiendo así ser una de las que más mitos y leyendas engloba. La alargada sombra oscura del demonio se hacia palpable cada vez más y por desgracia para la protagonista, Mia Farrow, aceptar este papel supuso el primer paso hacia su divorcio con el legendario cantante Frank Sinatra pero Farrow, con afán de salvar lo poco que quedaba de su matrimonio, lo poco que le había dejado soltar el diablo en sus arrugadas manos pidió al productor que le rescindieran el contrato lo cual a él le pareció horroso. Estaba en su mano seguir con su matrimonio o continuar rodando la película. Decidir sobre eso era un gran peso para ella pero para el diablo es una gran gracia. Juega con nosotros como simples muñecos y nos pone a prueba un día tras otro. A todas horas. A Mia Farrow se le aclararon las dudas viendo el metraje aún sin montar y el productor actuó como abogado del diablo convenciéndola. Accedió a su primera opción, continuar con el rodaje, de la segunda se ocuparía mas tarde. El productor le prometió que seria uno de los mejores papeles que haría jamás y que conseguiría estar nominada para los Oscar, pero eso jamás sucedió y la segunda opción, tuvo el final esperado para el diablo, el divorcio.

Los terroríficos ojos del Diablo siempre
acechan.
Hay rumores por esa gran y extensa vía del doble sentido de entre la anécdota y la esfumada leyenda, de la cuál yo me creo poco, que la película fue supervisada por Anton Lavey, El Papa Negro y fundador de la iglesia de Satán y de lo que se dice que también que fué consejero personal de Polanski durante el rodaje y gran precursor del resultado final de la película. No os creáis esto, no son más que patrañas. ¿Como iba Polanski a contratar un consejero del diablo para que ayudase a realizar la película? Sobre todo cuando desgraciadamente un año después del estreno de la película, la mujer de Polanski, Sharon Tate, iba a ser brutalmente asesinada por un grupo de fieles de la oscuridad siervos de Satán, entre ellos Charles Manson, cabeza del gobierno de  la familia y mano ejecutora del diablo. No tiene ningún sentido. Es como si yo contrato a un insecticida para que me ayude a limpiar mi hogar de oscuras y mugrosas cucarachas diabólicas y un año después muy amablemente viene y me hecha una mano llenándome la casa de escorpiones, grandes murciélagos y rabiosos perros con unas ganas poderosas de arrancarme de la cara mi estúpida sonrisa. No por mucho más que engrandezcas una historia va a ser más poderosa que aquellos perros rabiosos.

El mítico edificio Dakota 
donde se grabo la película.
Para continuar por la senda de la oscuridad, del camino que nos deja el muerto dándonos la bienvenida extendiendo su fría mano y haciendo el gesto de invitarnos a entrar, decir que la película esta rodada en el edificio Dakota. Este edificio esta en la mente de muchos por que se dice esta maldito o tiene un aurea diabólica por todos los pasillos de su interior, como si fueran conductos nerviosos plagados de miedo que se contraen emborrachándonos a nosotros también de ese oscuro miedo. En esos pasillos vivía el tenebroso Boris Karloff, actor británico famosísimo por que todos sus papeles en las películas fueron de terror, él era Frankenstein y la monstruosa momia en la época de 1931, poseía una cara aterradora capaz de dejar sin aliento a los visionarios de sus películas. Este edificio siempre se considero maldito, por eso fue recomendado a Roman Polanski para construir un clima satánico en su rodaje. En este Hotel han residido muchos famosos, figuras del espectáculo y la literatura paseaban y pernoctaban en sus oscuras habitaciones, uno de ellos fué John Lennon que vivía aquí con su esposa Yoko Ono y el cuál fué asesinado a las puertas de este edificio  por  Mark David Chapman pegándole cinco tiro a Lennon por la espalda.

He de decir que la escena elegida para esta película no es la mejor, lo sé, pero es que para que podáis ver la mejor escena tenéis que ver la película entera puesto que es el final y no tiene desperdicio ninguno y lógicamente no quiero contaros el final, deciros únicamente que en esta escena donde vemos a Rosemary comiendo lo que podemos pensar algún tipo de carne o algún derivado de esta, en realidad es hígado de cerdo de calidad suprema. 100% natural carne de hígado y sabroso manjar de animales que es concretamente lo que quería reflejar Polanski.

Así de grande es Polanski, nos hace ver el lado diabólico del ser humano, un secreto guardado de la persona común que saca de sus entrañas el ultimo esfuerzo endemoniado y perturbador y nos muestra que todos somos animales y nos alimentamos con nuestra propia carne. Que todos somos pasto del diablo y nos obliga hacer cosas que jamás pensábamos hacer. Que todos somos simples siervos en el perturbado camino del señor y el diablo nos acompaña amablemente en nuestro paseo. Que todos servimos a un espíritu oscuro que siempre esta ahí, en nuestro hombro izquierdo. Que ante la duda de cualquier cosa consultemos a nuestra conciencia, ella sabe la respuesta, es nuestro Oráculo de la sabiduría. Podremos fiarnos de ella siempre que la tentación del Diablo este bien alejada, pero no olvidéis que todos estamos marcados por la semilla del diablo y que él siempre a decidido antes que todos. Buscara cualquier alma errante en la vida de un siervo que no abra el cariño de su corazón hacia las proyecciones más altas del universo. Las proyecciones del amor.



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