"Estaré aquí mismo"
Por mucho
que sueñe en estar ahí arriba no pararía en pensar en estar ahí abajo. Ley
básica humana de añoranza a lo querido. Tu vida, durante muchos, muchos años
envejece más rápido ahí arriba. Tu tiempo es el que tienes, no hay más, muy
escaso pero lo más valioso. Aprovecha cada bocanada de aire, cada instante,
cada emoción. Un tiempo precioso para ser robado en un segundo por un contacto
extraterrestre, ahora todo tu tiempo cambia. Lento, muy lento. Todo lo que está
a tu alrededor pasa muy despacio. Apenas notas el movimiento y tus bocanadas de
aire te ahogan
Cuando se
avista un OVNI se considera que es la primera fase. Si se descubren evidencias
se habla de la segunda fase. Si se produce algún contacto directo con
extraterrestres se habla de la tercera fase. El último nivel, la cuarta fase es
la abducción, el secuestro de humanos en contra de su voluntad para la
realización de análisis y experimentos. En el 1972, el astrónomo y ufólogo
Josef Allense estableció este protocolo que clasifica los cuatro tipos de
encuentros básicos que ocurren entre humanos y extraterrestres. Avistamiento.
Evidencia. Contacto. Abducción.
Quizás sea
la película mejor hecha y perfecta de Spielberg la primera con su productora
Amblin Entertainment, por eso su logo es la silueta de Elliot y E.T. en la bici
con esa inmensa luna azul preciosa detrás. Luego fundo Dream Works entonces
recorto la luna un poco en creciente iluminada y puso a un niño sentado en la
punta de abajo pescando sueños. La luna como objeto de sueños, un logotipo como
creador de esperanzas e ilusiones. Con lo cual fue ganadora de cuatro Oscar de
las nueve a las que estaba nominado. Un gran resultado pensando en todas sus
buenas y merecedoras competidoras. En el 1982 Spielberg fue condecorado gracias
a esta película con la medalla de la Paz de la ONU y el largometraje fue
proyectado en la sede central de la Naciones Unidas por el sabor de sus
emociones.
Esta
historia, el propio Spielberg, la bautizo como esencialmente una autobiografía espiritual porque aunque nos quería
hacer ver que el tema central de la historia se basa en una historia de amistad
entre dos seres, no quería reflejar más que la situación emocional de los niños
frente al divorcio de sus padres. Y eso Spielberg lo vivió muy cerca y obtuvo
esta gran historia gracias al divorcio de sus padres y a su amigo imaginario
que creo en aquel estado afectivo infantil. Su compañero imaginario fiel y la
separación de sus padres propicio una historia sensacional que permanecería en
su mente hasta que en el 1981 la realizo. El siguió con su sueño hasta
conseguirlo. Recuerden, creador de sueños y esperanzas. Y la hizo pese a muchas
oponencias y frente a numerosas denuncias por plagio de gente como un productor
de Alien que aseguro que el guion fue plagiado en el 1967 y del dibujante
barcelonés de comic Joaquín Blázquez que intento demostrar desde el estreno de
E.T. que fue un plagio de Melvin, un personaje que creo siete años atrás para
una publicación estadounidense.
Yo cuando vi
la película de niño, se me quedo grabada en la memoria otra escena que no es
esta y cuando revisione la película hace unos días la recordé intacta, tal cual
era, incluso las emociones que sentí puedo decir que fueron las mismas. Elliot
a sabiendas de que ni su madre, ni su hermano le creen, él sabe que hay algo
fuera de la casa. Sale de casa a recoger una pizza jugando con su guante de
beisbol y una pelota. Afuera no se oye más que los molestos ruidos de insectos
nocturnos pero algo suena en el cobertizo. Se acerca pausado. Indeciso. La
noche es fría y una espesa y fina capa de niebla hace que la luz de una
bombilla en el cobertizo de madera resplandezca de claridad entre la oscura
noche. Entre la luz de la neblina del cobertizo escucha otro ruido dentro. Se
acerca temeroso, aterrorizado pero con valentía. Su cerebro le dice: Elliot, estás
loco!!, pero sus piernas dicen lo contrario. A unos dos metros del cobertizo se
para y traga saliva, respira hondo y una idea le hace una chasquido en su
cerebro. Coje la pelota y la tira dando un par de botes dentro del iluminado
pero a su vez sombrío cobertizo a través de la puerta. Traga saliva otra vez y
los ojos abiertos de par en par no pueden creer lo que ven. La pelota vuelve a él
a ras del suelo con la fuerza básica de un empujón desde dentro del cobertizo.
Ahora si estaba seguro. Ahí dentro hay algo.
Tal cual lo
cuento, tal cual lo recordaba de pequeño. Aun siento las mismas emociones y los
pelos de punta cuando veo esa escena. Hay cosas que perduraran para siempre en
mi subconsciente. Cosas que sacaran mis sensaciones a través de movimientos,
gestos o palabras. Por más que quiera remediarlo y ocultarlo están ahí,
curiosas por salir e intranquilas por recorrer mi cuerpo y mis nervios. Me
enmudecen y me hacen sudar muchas veces. No os engañéis. Impaciente estoy yo
también de sentirlo una y otra vez. Deseoso estoy de esa adicción al saber, al fin, que la
sensación de que recorra por mi cuerpo la emoción para mi es la mejor abducción.
ALELUYAAAA!!!!
ResponderEliminarET mi casaaaaaa....teleeeefonooooo!!!!
:P