jueves, 1 de diciembre de 2011

Carrie (Brian De Palma,1976)


“¡Todos se van a reír de ti! ¡Todos se van a reír de ti!”

Últimamente el nombre de King se ha acomodado en mi cerebro. No le negare la estancia nunca. Reservado para el, el derecho de admisión. Rebota en las paredes de mi cráneo como si de un salvapantallas se tratase. Muchas novelas suyas han sido adaptada, bien o mal, para televisión o para cine, da igual pero es que el autor es un satélite orbitando en la imaginación y los directores son astros de otra galaxia, lo clavan con el rodaje y sobre todo, con la fotografía. Una buena fotografía sale porque hay una buena escena alrededor.

Cuando hay algo espectacular que contar con solo unos disparos de una cámara y ese entorno es el propicio para enseñar tu a la cámara y al objetivo quien es el que manda, quien es el que decide que en el momento oportuno, ese momento óptimo, salga la maravilla que quieres admirar el resto de tu vida, lo demás resta importancia, no existe, solo quieres volver a ver esa imagen de nuevo. Es lo más importante en ese mismo instante, que nada me haya jodido la foto, por dios.

Sissy Spacek, la actriz protagonista, aseguro al director en una entrevista que en esta escena donde la ducharon con sangre (supuestamente en el film fue sangre de cerdo pero en realidad fue un compuesto que hacen a base de maíz) que no la hubiera importado que fuera sangre real, si ya la iban a sangrar entera que por lo menos fuese real. Más fácil lo hubiera tenido después, al limpiarse, ya que con la sangre falsa se la seco tan rápido gracias a los potentes focos de calor, que se adhirió a la piel de tal manera que fue muy difícil limpiarla, hubo que ponerla en remojo para que la pasta se humedeciera y se convirtiera en una pasta pegajosa y frotar bien de horas.

Cuando hicieron la audición para el casting, Brian no tenía muy claro quién sería la actriz protagonista, dudaba entre Sissy y otra chica, pero fue aparecer Sissy vestida con un vestido que la hizo su madre en el sexto curso. Entonces una chispa en su cerebro le hizo una pequeña corriente alterna a lo cual un pequeño cortocircuito en los parpados, porque el chico no dejaba de parpadear. No por la belleza de la mujer con su vestido, que no lo dudo, fue porque se mostró tan torpe, sensible y tímida que no se lo pensó dos veces en darla el papel. Para el papel de Carrie era perfecta. La inocencia más pura dentro de la sensibilidad de una flor. Hermosa. El olor de una nube después de descargar una tormenta. Tenebrosa.

Carrie es algo sobrenatural, algo fuera de lo común, un extraño presentimiento. Oscuro. Sensaciones telequinéticas que atormentan su cabeza por la humillación que siente. Un entorno favorable para que salga de ella, desde lo más adentro de su corazón, la ira. Con la que mueve objetos, destruye ciudades enteras, castiga a los que un día se rieron de ella y marginaron. La Ira, con la que se alimenta su propia alma y su deseo de vengarse. La IRA, con la que enfada su cuerpo y desata su extrema violencia. LA IRA con la que mata, quema y reduce a pedazos personas inocentes. LA IRA y la FURIA dentro de una persona que es consciente del daño que la a echo su propia madre. LA IRA la ciega, la destruye, la mata por dentro, la oscurece el corazón. Solo ve negro. Los ojos del demonio totalmente abiertos. Llenos de IRA. 
Carrie no se controla y por lo tanto no es humana, no es persona porque lo que le hace grande a una persona no es tener muchos amigos, ser popular y jugar en el equipo de fútbol del colegio, si no es el poder que posee para controlarse. La persona fuerte no es el que supera a los demás por su fuerza, sino el que se controla en momentos de ira. Por ese motivo somos personas grandes que combatiremos contra grandes sensaciones destructivas. Mi propia ira no es más que la respuesta a la exageración más fuerte de un momento de frustración en mi carrera, la irritación y molestia de mi propia nube. Me falla el temple y pierdo los nervios, me inundo de cólera, corro de la realidad escondiéndome rápido entre mi sistema nervioso para que la rabia no me coja. No huyo, ni escapo. Solo deseo respirar en la tranquilidad de mi nube. En mi terreno no hay cólera que me inunda de tormenta. En mi nube no hay ni rayos ni truenos. Que tranquilidad, por dios. Que nadie me moleste. :)

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