lunes, 5 de diciembre de 2011

La naranja mecánica (Stanley Kubrick,1971)



“Videa bien hermanito, videa bien”

La película se muestra como una explicita muestra de violencia a lo largo de todos sus minutos. Minutos de extrema violencia que por lo general fue prohibida su visionado total en tres países, en otros doce fue estrenada con escenas censuradas y en Inglaterra y USA fue denominada y calificada como X. En Inglaterra, la violencia sexual fue considerada extrema y excesiva. Tanto que a la Warner se le pidió que retirara la película de sus cines, cuando en un momento se encontró con muchísima presión incluso recibiendo amenazas de muerte ¡Brutal Kubrick, Brutal!

A mucha gente le encanta o le encantaría que después de muerto se hablen de ellos y los recuerden, bien o mal, da igual mientras hablen. Los buenos directores de cine tienen ese poder, serán recordados en la eternidad más remota por sus imágenes, guiones y escenas. Recordados por su controversia hacia el público o por su decencia detrás de las cámaras, sea lo que sea, bien o mal, recordados en el túnel paradigmático de la eternidad.

Con el paso de los años, la película fue considerada un film de culto, una estrella fugaz sin límite de brillantez, con lo cual es una estrella de brillo perpetuo, el metraje de una película que mejora como el buen vino tras ser videado unas cuantas veces. El instante de saborear el buen cine es el mismo placer que sale cuando saboreas el buen vino. Impresionante. Muchos críticos y aficionados consideran ya a la película como una de las películas jamás echas. Tu esfuerzo es reconocido Sr. Kubrick. Tras años vagando tu película por el túnel de la paradigmática eternidad, el sudor y el esfuerzo es reconocido. Gracias por tu cine, maestro. Gracias.

El título de la novela, "The Clockwork Orange" tiene su historia. “Orange” en ingles significa naranja, pero en realidad proviene de otra palabra “ourang” que significa persona, el autor de la novela, Anthony Burgess, realmente la novela la quiso llamar “El hombre mecánico”. Pero quiso hacer un juego de palabras refiriéndose a naranja, como a un cerebro. Que nuestro cerebro es mecánico y al final vuelve como al principio sin poder alterar su mecanismo. Torturar esa naranja seria como torturar nuestro cerebro. Torturar lo que nos puede hacer libres algún día. Esa manipulación del pensamiento tan desconcertante es, para mí, también un grado de extrema violencia hacia el pensamiento humano. Nos persiguen intentando jugar con nosotros, jugar con nuestra naranja. Pero no saben que el ser humano no es mecánico, si no humano, sobre todo humano, y no tiene límites nuestra mente. Nuestro jugo inundaría a cualquier persona que se oponga en nuestro camino.

El mecanismo complejo de nuestro cerebro necesita una buena llave para ser abierto y ser conocido al mundo. Así nos recordaran por toda la eternidad. Pero no se altera por mucho que busques como hacerlo. Es calmado según nuestro nivel de serenidad. Como a mí me gusta. Puedes tomar dos clases de decisiones en la vida, la correcta y la incorrecta. Puedes coger la decisión incorrecta y arrepentirte toda tu vida de no haber cogido la correcta. Quizás la correcta no sea tu mejor opción. No me importa si me recuerdan por lo que algún día hice bien o hice mal, recordadme sin más por lo que soy y un día no quise ser; por coger la opción incorrecta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario