miércoles, 4 de enero de 2012

Rocky (John G. Avildsen, 1976)



“¿Cómo que no puedes? No existe el no puedes, esa frase no existe”

Siempre lleva una única dirección aunque juegue en el aire a saber volar, pero no sabe que su propio peso es el que le hacer ir hacia abajo. Ese peso es el de decidir sobre dos destinos. Sujetado por un larguísimo cable que le hace bajar se convierte en un largo recorrido hasta las manos del comentarista en el centro de la lona. La gente aclama el fantástico audio. No cabe un alfiler en el recinto. Los aplausos se abrazan y se apoderan de las palabras. Unas palabras que salen en una sola dirección. Un gancho directo a los oídos de las masas eufóricas esperando un grandísimo combate. Después de las vacaciones y de las fiestas lo primero será presentarse:

“Señoras y caballeros. A todos. Un feliz año nuevo. Bienvenidos a Filadelfia. Mi más sincero agradecimiento a todas las personalidades de la política, del cine, del teatro y del mundo del deporte que están aquí esta noche. Y ahora, el combate estelar. A mi izquierda, el aspirante al titulo. Con pantalón blanco. Pesando 86 Kilos. Hijo predilecto de Filadelfia. El potro Italiano. ¡¡¡ Rocky Balboa!!!.

Una gran ola de vítores y aplausos llega transformada en un caluroso nerviosismo cuando Rocky sale de su esquina a saludar a los asistentes.

Y a mi derecha de rojo, blanco y azul. Con un peso de 95 Kilos. Imbatido en 46 combates. El maestro del cuadrilátero. El demoledor campeón del mundo de los pesos pesados. ¡¡¡ Apollo Creed!!!"

Esta presentación inicial es la que aparece en el gran combate final de Rocky. La secuencia de escenas del asalto final de esta película esta grabado de una manera muy peculiar. Si os dais cuenta al ver el film hay más público en los últimos asaltos que al empiece de este. También es posible que motivado al bajo presupuesto no pudieron pagar a todos los extras, pero se rodo empezando por el final. De adelante atrás. Para ellos era mejor ir quitando maquillaje y sangre que irlo añadiendo. Del destrozo humano de cejas y roturas de nariz al nerviosísimo principal del primer asalto. Trucos de la magia del cine, amigos. Impresionante.


Seis películas se hicieron en 30 años desde la primera, hasta la ultima, pero la primera Rocky se convirtió rápidamente en un tremendo éxito. Ni que decir tiene que la escena, hoy mostrada, en ese mismo lugar, hay una escultura levantada a la imagen de Rocky y esas escaleras bautizadas como Rocky Steps. Rodada en menos de un mes y con un presupuesto muy modesto de 1 millón de dólares, fue capaz de apuntar con su brazo musculado de dinero y recaudar 115. Hablo solo en Estados Unidos. Nominado a diez premios de la academia y ganando solo 3, nos propino un severo golpe en las costillas lanzando directo al estrellato al gran Sylvester Stallone que trabajo como guionista en todas las películas y como director en tres de ellas coincidiendo con el trabajo de papel protagonista .

Stallone escribió el guion de Rocky tras ver el combate de Mohammed Ali contra Chuck Wepner que era un desconocido y que acertó dando una demostración de valor a Ali. Sin embargo, tras quince asaltos perdió la contienda. En toda la carrera de Wepner sumo 35 victorias y 14 derrotas, todas por K.O. Peleaba en clubes de aficionados con rivales mediocres. Era lo que se podía permitir sin un manager. Estaba al borde del retiro y en baja forma ya. Pero sin embargo su derrota más legendaria lo llevaría a la fama. Nadie podía pensar que un boxeador viejo, de mala calidad y que nunca estuviera en la elite pugilística mundial pudiera mandar al campeón de los pesos pesados a la lona de un certero golpe por primera vez en mucho tiempo. Su fuerza agrando su valentía. Los golpes que recibía no eran más que motivaciones directas a las cejas y la sangre, simplemente era el licor del triunfo que saboreaba en cada golpe que propinaba a Ali.


Ganchos por la derecha. Protégete las costillas. Golpes directos en la cara. . Cejas hinchadas capaces de cegarte y doloridas por el escozor del sudor. Nada de esto le pudo parar. Cada golpe defendido fue una victoria y cada golpe recibido un éxtasis de ira, pero una razón con la que soñar. Solo tubo que aguantar en 15 asaltos los envites de un campeón del mundo y a descansar. Como si fuera tan fácil.  


Cuesta hasta mantenerse en pie. Lo único que permanece vivo en sus puños son las ganas de abrazar a una persona. No necesita ganar, solo cogerla y sentirla al final y seguir sintiéndola así hasta el final. Lo fuerte que le hace, dejando a un lado todo el entrenamiento, es la motivación permanente de un desmotivo vago con la que motivarse entero. El echo de pensar en las ganas de hacer algo bien es suficiente fuerza para quitar malos pensamientos en la cabeza. No caben ahí. A estos no se les entrena. Defenderse de ataques y lazarlos mas certeros aun si se puede. A esto si hay que jugar y darse cuenta que sobran fuerzas más que suficientes para permanecer de pie mucho tiempo luchando por lo que más quieres. Lo que te motiva realmente. Lo que te llena. Por pequeño que sea, para ti sabes que es grandioso. Y conseguirlo puede ser lo mas contundente que hayas echo en tu vida. Como un gancho de izquierda en tu mandíbula que va directo a tu corazón. Extraño pero decisivo. Capaz de hacerte reaccionar. Los que me e llevado yo de esos y me llevare “Reacciona, bebe agua y levántate

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