jueves, 17 de noviembre de 2011

El Golpe (George Roy Hill,1973)



Un lujazo de película y de ambiente en los años 30, nada más y nada menos que ganadora de 7 Oscar, eso para la época es algo histórico, un hito filmográfico, una piedra preciosa guardada en cajas metálicas redondas. El señor Cameron hizo otro milagro peliculero con 11 en Titanic, pero la dificultad del 1973 no es la misma que la de 1997, sobre todo cuando media película se hace por ordenador.

Esta película lo tiene todo: Una banda sonora inolvidable, interpretaciones espectaculares, Newman y Redford implacables, un argumento que engancha, un guion que puede ser el mejor jamás escrito nunca….y un sinfín de cosas.


Tengo cierta atracción por los timadores, la verdad sea dicha, aunque engañar o mentir puede ser delito en algunos casos, tienen un cierto encanto y por supuesto una cierta preparación y estudio del proyecto y del primo. Además, engañar o timar con una buena sonrisa esta bien visto por el cine, sino, mirad todas las películas de timadores y estafadores que hay echas y todas acaban bien, se llevan el botín y lo disfrutan, y quien queda como los malos y los tontos: la policía. Si es que Hollywood tiene una clase ¡!. Antes de ver las películas tienes un grado medio sobre el engaño, cuando te las ves todas tienes una diplomatura en el timo y la estafa.

Esta película echó una partida de póker, vio que tenía cartas y fue a por todo. El resultado, una película excelente.  De póker de ases, que nos deja muchas escenas bonitas, pero esta, en concreto me gusta, mucho no, demasiado. Aparte de la brillante interpretación de Newman, me gusta observar como en la jungla de naipes, donde el plástico adquiere valor monetario, son los timadores los que son timados y engañados, me encanta cuando tienen un plan buenísimo, un plan para cambiarlo todo y hacer que la suerte forzosamente vuelvan a ellos, haciendo trampas por supuesto, pero luego se dan cuenta de que hagas lo que hagas siempre habrá un plan mejor que el tuyo. Y es que la vida, ¿Por que no puede ser como una partida de póker?, vale, hay que tener un poco de fortuna en la vida, pero es que así nos preguntaríamos si de verdad merece arriesgarse en algunas cosas.

Jugaría un mano a mano con mi destino. Ante mi cara de póker no tiene nada que hacer. No tengo buenas cartas, pero pienso que saldrán mejores. Lo pienso. Estoy nervioso y se me nota. Mierda. Pido cartas. Dos. Lo pienso otra vez.  As, Rey. Buenas cartas. Me palpita el corazón. Recuerda. Cara de póker.  Apuesto con lo único que tengo, mi conciencia. Lo pienso. ¿Qué cartas tendrá mi destino?  Ni lo sé. Ni mi importa. Sé que mi destino tiene una buena jugada y yo también. Pero yo mando sobre él. Saque lo que saque, mi destino tiene un buen plan, pero el mío es infinitamente mejor. Siempre hay un plan mejor. El mio. Es el mejor plan para mi vida, por que yo se hacer mejores trampas.


4 comentarios:

  1. De las mejores, con el final mas intrigante y llamativo k he visto. Era una de las pelis favoritas de mi padre y cuando la vi, entendi el porque! **miri**

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  2. Hay que ver como juegan con nosotros y como nos engañan

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